Adoro la película de Disney La bella y la bestia . Es una historia hermosa, por no hablar del estilo de animación, la música, las canciones ...

¡PERO QUÉ HECHICERA TAN BRUJA HIJAP***!

Adoro la película de Disney La bella y la bestia. Es una historia hermosa, por no hablar del estilo de animación, la música, las canciones y los personajes secundarios transformados en divertidos objetos.

El año que viene van a estrenar la remake con actores de carne y hueso, de modo que el canal Disney ha vuelto a echar la original para refrescarnos la memoria. (Mientras tanto yo me pregunto: ¿por qué carajo no adaptan otros cuentos de hadas en lugar de contarnos siempre los mismos? Debería estar prohibido hacer más versiones de Blancanieves o Cenicienta hasta el año 2100, como mínimo.)

Mirando la original (y secándome las lágrimas en la escena donde muere la bestia, porque a veces me pongo así de sentimental), la verdad es que me vinieron a la mente ciertas reflexiones, comenzando desde el prólogo.

"Érase una vez, en una tierra lejana", blablablá, y luego el narrador dice que había un príncipe malcriado y egoísta. Hasta ahí vamos bien. Luego cae una noche con un clima espantoso, alguien toca a la puerta... y el príncipe va a abrir.

A ver, primera pregunta: ¿por qué cuernos fue el príncipe a abrir la puerta? ¿¿Desde cuánto los príncipes atienden personalmente a los visitantes en las puertas de sus respectivos palacios?? ¡Para eso tienen a los sirvientes, por no hablar de los típicos guardias del palacio, armados con lanzas, que en las películas suelen largar eso de "quién va"!

Luego la visitante, una anciana horrenda, le pide refugio al príncipe y él la echa. ¿Soy la única a la que esa reacción no le parece tan disparatada? Vamos, que si yo fuera una princesa y viniera una anciana de mal aspecto a tocar a MI puerta, no la dejaría entrar así como así. Es que, como mínimo, ¡la anciana podría estar infestada de piojos! Aunque no me rehusara a darle refugio, le diría que rodeara mi castillo y entrara por la puerta de los sirvientes, y ordenaría a mis sirvientes que la metieran en una tina caliente, la restregaran bien con cepillo y jabón y le proporcionaran ropas limpias. (Y puestos en ello, ni siquiera habría atendido yo misma a la anciana, ¡porque mis sirvientes se habrían encargado de abrir la dichosa puerta y decirle todo eso!)

Encima, estamos hablando de un cuento de hadas. Sí, en esos cuentos suele pasar que las ancianas horrendas son en verdad adorables hadas disfrazadas, ¡pero a veces son brujas malvadas y asesinas, como la madrastra de Blancanieves o la bruja que trató de comerse a Hansel y Gretel!

En fin, la hechicera castiga al príncipe transformándolo en una bestia... ¡y luego convierte en objetos a todos sus sirvientes! A ver, ¿¿qué habían hecho los pobres sirvientes para merecer semejante castigo?? ¿No ir a atender la puerta? Y puestos en ello, ¡no todos los sirvientes en un palacio tienen la responsabilidad de atender la puerta! El cocinero, por ejemplo. El pobre cocinero no pintaba para nada en el asunto, pero la hechicera lo transformó igual. ¡Qué maldita!

En el prólogo dice también que la rosa mágica duraría hasta los veintiún años del príncipe. Vaaaale. Pero luego, en la canción de "nuestro huésped sea usted" y todo eso (una canción estupenda, por cierto; súper pegadiza, me la sé de memoria en dos idiomas), nos enteramos de que han pasado DIEZ AÑOS desde el hechizo. Si sacamos la cuenta, ¡¡¡AL PRÍNCIPE LO CONVIRTIERON EN BESTIA CUANDO TENÍA MENOS DE ONCE AÑITOS!!! (Conste que en el vitral del prólogo parece mucho mayor. ¿Error de los dibujantes?)

Volvamos atrás y preguntémonos: ¿¿¿DÓNDE CUERNOS ESTABAN LOS PADRES DE ESE CRÍO??? ¿¿¿O COMO MÍNIMO UN REGENTE??? Y retomando al asunto de la puerta, ¿QUIÉN CARAJO PERMITIÓ QUE UN PRINCIPITO DE MENOS DE ONCE AÑOS FUERA A ATENDER LA PUERTA? ¿¿Y si la anciana andrajosa le hubiera dado una manzana rosa envenenada?? ¡También podría haber sido un asesino a sueldo o una horda de invasores! (Sobre todo si alguien hubiera asesinado también a los padres del príncipe, o los mismos se hubieran muerto de cualquier otra cosa y alguien más se creyera con derecho a la sucesión. Fíjense lo que pasó en la primera temporada de Juego de tronos.)

La edad del príncipe hace que la maldición quede todavía peor. A ver, ¿un crío de menos de once años condenado a pasar diez años como un monstruo sólo por hablarle mal a una vieja repelente? (que podría haber sido una bruja perversa llevando una rosa envenenada, no olvidemos eso). ¿O TODA UNA ETERNIDAD, en caso de no romper el hechizo? ¿¿No les parece DEMASIADO?? Digo, ni que hubiera sido un crío con potencial de asesino psicópata. Y no es que yo esté a favor de pegar a los críos, pero en este caso habría bastado con dar al principito un par de nalgadas, mandarlo a la cama sin cenar y luego obligarlo a ayudar a la gente pobre del reino o algo así. Vamos, una vez leí un cuento de hadas sobre una princesa muy malcriada. La obligaron a casarse con un campesino para que aprendiera a ser humilde y útil. Tal estrategia funcionó de maravilla, y encima la princesa se enamoró del campesino, que al final resultó ser también un príncipe.

Y ahora pensemos lo siguiente: la única salvación del principito era enamorarse y ser correspondido, pero ¿¿cómo iba a aprender a socializar con las chicas en forma de BESTIA?? (y no hablo simplemente de un tipo feúcho, onda Steve Buscemi, sino de una criatura con pelaje, garras y colmillos). ¡Está difícil enamorarse sin tener al menos una cita! ¿Y qué chica aceptaría de buenas a primeras tener una cita con una criatura con aspecto de que podría comérsela cruda? YO NO. Y eso que me gustan los animales. ¡Así se entiende que el principito haya pasado diez años convertido en una bestia y sin poder conseguir novia!

Y ni hablemos de que el hechizo se rompería cuando el príncipe se enamorara "de una doncella". Pero ¿y si el principito hubiera resultado ser homosexual? ¡Malvada hechicera homofóbica que ni siquiera contempló esa posibilidad!

Como guinda del pastel, en la versión extendida de la banda sonora nos enteramos de que ¡el príncipe hasta había olvidado cómo leer, a pesar de su grandiosa biblioteca!

En serio, ¿cómo se iba a entender el príncipe con cualquier chica, y sobre todo una intelectual como Bella, si después de tantos años el pobre se había vuelto analfabeto? Vale, quizás era obligación de los sirvientes encargarse de educarlo (total, al haber sido convertidos en objetos no debían de tener nada mejor que hacer), pero yo me imagino que el príncipe, convertido en bestia, más bien tendría ganas de ir a cazar conejos y rascar árboles para marcar territorio. Me extraña que no haya acabado como esos niños salvajes que cada tanto aparecen por ahí. En general esos críos tienen unos tremendos problemas de adaptación en su regreso a la sociedad, o sea que no están en condiciones de enamorar a nadie.

Ahora que lo pienso, quizás los sirvientes trataron de educar al principito y no les salió nada bien, ya fuera porque el crío les enseñaba los colmillos ¡o porque tenía un trauma a raíz de la (no explicada) desaparición de sus padres o la transformación en bestia! Incluso es posible que todo su mal humor original se debiera a algo tan simple como el síndrome de déficit de atención, en cuyo caso, en lugar de una maldición, más bien habría necesitado la medicación correspondiente y buenos profesores. Estúpida hechicera que no se molestó en analizar psicológicamente al niño para buscar la causa de su reprobable actitud.

Oh, ¡y ni hablemos del pobre Chip! Otro que no tenía nada que ver con el asunto, pero por culpa de la hechicera pasó MEDIA INFANCIA CONVERTIDO EN UNA PUTA TAZA. Imagínense. Durante todo ese tiempo no pudo hacer ninguna actividad de niño normal, como jugar a la pelota o trepar a los árboles. Mmmm, ¿creen que su madre hubiera estado ya embarazada de él cuando la convirtieron en tetera? Válgame, no quiero ni imaginar entonces cómo fue el parto. Menudo rollo.

Oh, bueno, menos mal que al final las cosas salieron bien para el pobre príncipe, a pesar de la absurda maldición de esa hechicera repodrida. Espero que los guionistas den más sentido a todas estas cuestiones en la remake. (Por favor, que no pase lo mismo que con la remake de Cenicienta dirigida por Kenneth Branagh; a la chica la convirtieron en una pobre estúpida sin autoestima que se deja pisotear cada cinco minutos. La Cenicienta de la película animada era bastante más asertiva.)

Mientras tanto, voy a recomendar dos libros sobre este cuento clásico. El primero es La bestia, de Alex Flinn. Tiene la particularidad de que está narrado desde el punto de vista de la bestia, quien es un adolescente rico a quien una bruja (algo pícara) convierte en bestia para que aprenda a ser buena persona. La historia transcurre en nuestra época. El segundo libro es Belleza cruel, de Rosamund Hodge. En este caso la bestia es un demonio que vive en una torre, y la bella es una joven a la que casan con él y a la que han entrenado para destruirlo a la menor oportunidad. Ambos libros me gustaron mucho y son razonablemente coherentes en su trama.

Y bueno, yo también escribí una variante de la historia, pero no me corresponde a mí recomendarla :-D Voy a enchufar la muestra gratis, y ya decidirán ustedes si les interesa o no comprarla. Hagan clic en PREVIEW para comenzar a leer.


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En cuanto a mí misma, me identifico bastante con la Bella de Disney, en el sentido de que me gusta leer y no juzgo por las apariencias. De todos modos, no me engancharía con un monstruo así nomás, incondicionalmente.

Bueno, me da igual cómo te veas, pero si quieres que salga contigo en una cita, más vale que no muerdas y que sepas mantener una conversación interesante. Oh, y si tienes pulgas o garrapatas, avísame y con gusto te pondré un antiparasitario.

G. E.

PD: Antes de que me digan que todo lo anterior es un error de interpretación, sepan que en la ¿mediocuela? navideña de La bella y la bestia muestran que, efectivamente, el príncipe era un niño cuando ocurrió la transformación. También lo muestran como un niño en el retrato que aparece en el avance de la remake. Por cierto: si no han visto la ¿mediocuela? navideña, ¡no lo hagan! En serio, es horrible.

PPD: Y antes de que me digan que estoy analizando demasiado una película para niños, mi opinión es que no hay excusa para tirar la lógica por la borda cuando de niños se trata. Son más inteligentes de lo que parece.

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